Pomelo / Toronja
La toronja nos ayuda con su sentido del humor inteligente, redondo y ácido a aceptar nuestras formas y nuestro estilo. Nos ayuda con ese toque fresco que tiene a gustarnos, tocarnos, disfrutarnos. Es la tía que siempre te ve guapa y aunque reconoce el peso de más que cargas te a ayuda a liberarlo en vez de enjuiciarte.
La toronja aplicada en tu jabón de uso diario te ayuda a, caricia tras caricia, honrar el cuerpo que tienes; a la vez que entre mimo y mimo ayuda a la supresión de la ansiedad por comer, así como por la obsesión de vernos y sentirnos perfectos. La toronja trabaja de fondo por armonizar nuestro amor hacia nuestro cuerpo. Por sentirnos bailarines en un escenario: con dominio absoluto de nuestro yo.
Desde la alegría.
Desde la luz del despertar y el sabor de la tarde.
Desde el ya no te maltrates más, te doy un abrazo, un té, un vaso de agua con una gota de toronja y menta. Desde el quiérete, yo te quiero.
La toronja en un tono de voz más contundente pero no por eso áspero nos lleva a reconocer que cada cuerpo es un templo al que cuidar, gozar, disfrutar. Hace el efecto de crema reductora a la vez que nos pone pequeñas alitas en los pies con las que nos sentimos menos pesados, más libres, más conectados con cada uno de nuestros poros.
La toronja, que deja huella en la lengua por su sabor, en el cuerpo por su efecto diurético y en el alma por su efecto edificante y reconfortante es una aceite sencillo, pero que si la dejamos trabajar el grito, la mirada, la opinión desagradable que durante años nos ha ido haciendo, poco a poco, alejarnos de nuestra materia, para rechazarla y con ello rechazarnos a nosotros.
La toronja irá haciendo su trabajo, sutilmente, día a día, hasta que un día despertaremos dando gracias del cuenco que nos contiene, queriéndolo; y así, cada día, en una espiral cítrica, envolviéndonos en ella para limpiar cada vez más nuestra piel de adentro para afuera y de afuera para dentro y cada vez brillar más, ser más ligeros y estar más armonizados con el elemento físico que somos.