Gustarnos es el primer paso para conectar con nosotras, con nosotros. Con nuestro cuerpo, nuestras sensaciones.

Es ordenar en amor nuestra casa, nuestro templo. Es mirarnos en admiración, en gozo, en placer.

Cuando aprendemos a mirarnos aprendemos a proyectarnos.

Cuando nos miramos con sensualidad, con ganas, con gusto, proyectamos esa complicidad hacia el exterior.

Hoy solo tres elige tres cosas físicas de ti que te gustan y haz que te fascinen, que te cosquilleen los poros al pensar en tus recovecos favoritos.