Gaulteria - Wintergreen
A veces el dolor físico nos marea, nos inhabilita, nos paraliza. Convulsionamos por fuera porque por dentro nuestra células gritan inquietas, desprotegidas, enojadas o dolidas, lastimadas.
Tras la sensación de haber pasado años de haber luchado solos contra viento y marea nos hemos ido volviendo inquebrantables, intransigentes, poseedores de una verdad que si bien de a ratos nos da seguridad en nuestro fuero íntimo nos da angustia, temor, miedo y mucha soledad.
El aceite de Gaulteria nos ayudará a liberarnos de nuestra propia sensación de poder absoluto y soledad intrínseca. Nos mostrará al camino al todo. Donde somos falibles y donde estamos acompañados. Donde no todo depende de nuestra fortaleza, razón y tenacidad. Donde podemos descansar y soltar por un rato el motor que más de una vez sobregiramos. Estas gotas, de aroma adulzado nos recuerda que la vida es dulce, es gozo, es disfrute. Que no tenemos que estar en una lucha constante con y contra el dolor. Que no debemos pasar de vícitima a verdugo durante el camino y que podemos ser espectadores desde el bienestar, invitándonos así a caminar hacia un espacio personal más lleno de luz, de entrega, de facilidad.
La Gaulteria, con su dulzura potente nos dice: suelta. deja. ya estuvo bien. Y al principio, al soltar probablemente nos descoloquemos, perdamos centro y perdamos patrones a los que nos hemos anclado para poder seguir adelante, pero algo largo de los días, ya sin dolores físicos, ya drenando nuestro cuerpo de lo que no le corresponde, ya pudiendo levantarnos desde el amor y no desde el orgullo, nuestro cuerpo irá liberando dolores, enojos, prepotencias, para así dejarnos avanzar libres y ligeros por nuestro día a día y nuestras relaciones.