Mejorana

Una gaza para el corazón.
Una puntada sin dolor.
Un beso, un abrazo, un soplido suave y tibio que enmienda el alma rota, fraccionada, hecha pedazos; la confianza traicionada.
El ser hecho añicos.

La mejorana nos ayuda a recomponer, tanto emocional como físicamente, todos esos dolores consecuencia de haber pasado difíciles situaciones de vida.

A veces, cuando no podemos más, el cuerpo se agita, los músculos se contraen, el corazón grita, el estomago se cierra, nuestra cabeza tiembla; tosemos crónicamente como si con ello pudiéramos sacar de nuestro pecho los pedacitos rotos de lo que fuimos. Y sin que puedan salir, vamos enfermando por dentro, temiendo al afuera cada vez, dejando de confiar en los demás y así, sin el abrazo puro de quien nos ama sin más, caemos en el desbalance emocional.

Este aceite, humilde, fresco, gentil trabaja con nuestras emociones desde lo más profundo.

Siendo caricia suave y relajante, la mejorana mejora a su paso al sistema nervioso central, lo seda, lo cuida, lo mima y cuando nuestra mente está en calma todo lo demás encuentra su espacio para irse sanando.

Relajando, así, la tos que no nos deja comunicarnos con el otro, apaciguando al corazón desbocado, reposicionando las piezas del cuerpo que nos provocan calambres y por lo tanto no poder avanzar en busca del contacto fuera de casa, equilibrando nuestras emociones ayudándonos a nos desbordarnos.

Es así que estas gotas nos va quitando excusas para salir del yo y adentrarnos en el otro. Para tejer ya sin pretextos relaciones basadas en la confianza.

Al reparar al corazón abandonado, a la mente confundida, al cuerpo contracturado, al estomago bloqueado, al calmar nuestra cabeza estamos más abiertos y dispuestos a entablar relaciones. Nos quita el miedo a salir de nuestra caparazón de dolor, nos ayuda a delimitar donde empieza y donde acaba el dolor físico respecto al dolor emocional. Nos ayuda a sanar, limpiar, fortificar la herida: así como es de gran ayuda antiséptica para heridas internas y externas, nos ayuda a lavar la herida emocional, dándonos pie a saber que podremos volver a caer y salir lastimados, pero que tendremos la fuerza para volver a levantarnos.

La mejorana, como aceite de cabecera, alimentará nuestro descanso, tonificará nuestras emociones y abrazará nuestro ser entero para que nos sintamos protegidos y con la fuerza de salir a entablar lazos emocionales nuevos. Ya sin miedo.

Recomendaciones de Uso

Olido para tonificar las emociones, ponerlas en balance, darles su espacio correcto y no dejar que deslaven las ganas. O bien para cuando los bronquios se enojan, cuando el corazón se acelera, la presión sanguínea se agita, o incluso para nutrir de manera sana, fresca, vital a las ideas y sus componentes físicos.

Aplicado como masaje o mimo cuando el estómago se paraliza, o los ovarios patean, los músculos se traban, o el sistema nervioso se agita afectando la espalda, las piernas, las manos, el pulso.
Podemos terminar el día con un baño de ducha donde pongamos en el suelo unas gotitas de lavanda, mejorana y naranja para regalarle a nuestro cuerpo y mente la calma absoluta antes de ir a dormir.
Durante el día su efecto sedante puede ser tan fuerte que tenemos que tener cuidado si vamos a conducir o hacer tareas que requieran mucha atención. 

Así como para el descanso profundo del cuerpo y la mente este aceite tiene un efecto sedante, también, para la lívido o deseo sexual, por lo que no se recomienda como regalo de luna de miel; aunque antiguamente se le entregaba como regalo a los recién casados ya que era considerado símbolo de buena fortuna.

Si se va a utilizar de manera interna, debemos recordar que puede ser un potente diurético por lo que se debe beber más agua de lo habitual.