El Aceite de la Inocencia.

Así se oían los regaños de mis padres y así olían los abrazos de mi abuela.

El aceite de Gaulteria nos ayudará a liberarnos de nuestra propia sensación de falta de poder absoluto y soledad intrínseca. Nos mostrará al camino al todo.

La mejorana nos ayuda a recomponer, tanto emocional como físicamente, todos esos dolores consecuencia de haber pasado difíciles situaciones de vida.

Esta mezcla, activando a la menta, nos levanta, nos da ese empuje de optimismo para enfrentar el camino, para que el dolor antiguo deje de estar estancando y fluya.

Sana y restaura nuestras creencias limitantes, esas afirmaciones que vienen impregnadas en el color de los ojos, en el tono del labio e incluso algunas más recientes.

Dejemos que el ylang ylang equilibre nuestras emociones y acomode de manera suave y dulce la revolución de nuestras hormonas.

El vetiver es el aceite que nos lleva a la mesa y nos ofrece un vaso de agua después de haber estado dando vueltas y más vueltas en la pista de baile.

Cuando grito, cuando lloro en rabia, en silencio, sin lágrimas, cuando callo de más, cuando bloqueo las ganas, cuando me escondo debajo de las sábanas, detrás del teléfono, dentro de un libro.

Olido nos entibia el cuerpo, nos levanta la fuerzas del cuerpo y del estado de ánimo.